saladeprensa

Talleres

Cursos y seminarios teórico-prácticos monográficos para conocer más a fondo familias de alimentos o técnicas de cocina.

28 Mayo 2009

Taller-Cata de sales



La sal, un elemento que puede parecer a priori insignificante, ha jugado un papel determinante en la historia de las civilizaciones.
Se trata indudablemente de un alimento esencial para el hombre y para otros mamíferos, y hasta la revolución que supuso la refrigeración, a principios del S. XX, la sal, fue un método básico de conservación que permitió viajar a largas distancias con provisiones garantizadas.

Y, justamente un viaje es lo que realizamos: una escapada sensorial a través de la degustación y de las imágenes espectaculares de los paisajes de las salinas marinas y de las minas de sal de diversos puntos del planeta.

Comenzamos desde el punto más cercano, las Salines de la Trinitat, y su flor de sal del delta del Ebro, continuando con un recorrido por las sales artesanales francesas como la Fleur de sel de Camargue, Feur de sel de Guerande, Flor de sal de Portugal y siguiendo con las sales grises, pero dando un salto geográfico importante, Flor de sal de Madagascar, que se obtiene en las Grands Salins du Menabe (Tananarive), también con técnicas ancestrales.
Sales de alto contenido mineral, bajas en sodio y de sabor puro.
Cata a dedo y combinaciones mágicas que transforman el pepino, las patatas fritas o una simple brusquetta (tomate cereza, albahaca, toque de ajo y aceite de oliva), en auténticas explosiones de sensaciones.

Cambiamos de color y de continente y nos adentramos en parajes más exóticos y realmente únicos: Las salinas incas de Maras en Perú, el Salar de Uyuni, en el altiplano boliviano (el desierto de sal más grande del mundo), las sal de Murray River en Australia, y el diamante de sal de Cachemira, en Pakistan, procedente de la grandiosa mina de Khwera.
Sales de delicados tonos rosa y melocotón, que, en algunos casos, contienen trazas de hasta 84 elementos que les confieren un alto nivel de complejidad en boca. Compañeras ideales de todos los asados de carne, pescado y verduras.

Llegado este momento, tras recorrer miles de kilómetros, podríamos imaginar un apacible y paradisíaco reposo en las costas de Hawai.
Pero no hay descanso para el gourmet viajero, porque precisamente en estas islas, encontramos dos sales muy peculiares y extraordinarias: Red Alae y la Sal Negra de Palm Island. Experimentamos una combinación casera de Red Alae, cayena y lima para condimentar unos tortilla chips y tomamos nota de muchas sugerencias espontáneas de los asistentes.

Con nuestro paladar eufórico por las sensaciones vividas, Iniciamos el regreso de la mano de uno de los pueblos marineros más audaces y valientes de la antigüedad, los vikingos: sal danesa ahumada con madera de junípero, cerezo, olmo, haya y roble. Una sal con carácter que combinamos con pavo asado y patatas: sublime.

Para finalizar, una dulce vuelta al hogar, unos cristales de sal del Mediterráneo sobre un Brownie y helado de chocolate.
Mmmmmhhh!
> Volver